—¿No dijiste que querías que estuviera desnudo? —Xiao Tian dejó de hacer lo que estaba haciendo como por reflejo. Se quedó pasmado cuando Yun Xin Er le dijo que se detuviera. Antes, ella quería que se desnudara y cuando estaba a punto de desnudarse, Yun Xin Er de repente le dijo que parara.
En ese momento, Xiao Tian estaba de pie frente a Yun Xin Er, vistiendo solo ropa interior. Y como de costumbre, no se sentía avergonzado en lo más mínimo.
Yun Xin Er solo pudo suspirar. No tenía idea de qué le pasaba hoy. Sentía que Xiao Tian era diferente a su yo habitual. —¿Qué te pasa? —preguntó ella.
—¿A qué te refieres con eso? —inquirió Xiao Tian.
—Esto no es lo tuyo —respondió Yun Xin Er al instante—. Antes pensé que me ibas a tomar el pelo como sueles hacer.
La razón por la que Xiao Tian no la había fastidiado era porque pensó que Yun Xin Er realmente quería que se desnudara frente a ella. Por eso hizo lo que le dijeron.
Yun Xin Er tocó el sofá y dijo:
—Siéntate aquí.