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Porque Xiao Tian todavía no había tenido un orgasmo, no tenía intención de parar, especialmente cuando el coño de Liu Ning estaba apretando su polla salvajemente.
Sin embargo, Xiao Tian no movió de inmediato su cintura porque quería darle a Liu Ning tiempo para recobrar el aliento primero.
—Huft... Huft... Huft. —El cuerpo de Liu Ning seguía temblando, y la expresión de felicidad surgía en su rostro.
Hacía mucho tiempo que no tenía sexo, así que cuando pudo tener un orgasmo, una sonrisa de satisfacción surgió en su rostro.
Era diferente cuando jugaba con su cuerpo porque cuando tenía sexo con Xiao Tian, su mente estaba en el séptimo cielo.
Liu Ning no podía describirlo con palabras. Era el placer que nunca había sentido antes. Esto hizo que Liu Ning se sintiera afortunada de haber elegido tener sexo con Xiao Tian después de darse placer a sí misma durante mucho tiempo.
