A la mañana siguiente, después de que Xiao Tian desayunara con su madre y su tía, fue directo a la Universidad.
Y como de costumbre, después de terminar su clase matutina, se dirigió al Jardín de la Universidad. Cuando estaba acostado en el banco de madera, Xiao Tian repentinamente pensó que sería mejor entregar su diseño de ropa a Yun Xin Er lo antes posible.
Afortunadamente, Xiao Tian trajo la ropa y la colocó en su coche. Sin esperar ni un segundo más, Xiao Tian llamó a Yun Xin Er.
—¿Qué pasa, hermanito? —la dulce voz de Yun Xin Er resonó a través del smartphone de Xiao Tian.
—¿Hermana mayor Yun, estás libre ahora mismo? —preguntó Xiao Tian.
—No, me han invitado a varios programas de televisión y tengo mucho otro trabajo —respondió Yun Xin Er al instante—. ¿Qué sucede?
—Nada —como Yun Xin Er estaba ocupada, Xiao Tian no quería molestarla. Pensó que podría entregarle la ropa cuando ella no estuviera ocupada.
