Se estuvieron abrazando como unos cuarenta segundos antes de que finalmente Liu Ning detuviera el abrazo.
—Volveré a venir mañana —dijo Xiao Tian después de besárle la frente a Liu Ning.
Cuando Xiao Tian la besó, Liu Ning no hizo nada como si fuera normal que él la besara. —Está bien.
Después de que Xiao Tian dejó el hospital, no fue inmediatamente a casa; en cambio, viajó a la casa de Liu Xing Xue.
En cuanto llegó a su casa, Xiao Tian salió del coche y tocó la puerta.
Toc... toc... toc...
—Pequeña Xue, tu amante Xiao Tian ha venido a visitarte —dijo Xiao Tian alegremente después de tocar la puerta.
Pronto, una hermosa dama madura abrió la puerta. —Xiao Tian, entra.
La cara de Xiao Tian floreció en una sonrisa cuando vio a la hermosa dama frente a él. Y porque quería tener un momento cariñoso con Lin Xing Xue, Xiao Tian inmediatamente la cargó al estilo princesa.