Después de terminar de desayunar, Xiao Tian inmediatamente dijo:
—Madre, tía, esta noche volveré muy tarde o tal vez llegaré a casa mañana por la mañana.
—¿Otra vez? —Porque anoche su hijo regresó muy tarde, Ye Xueyin no pudo pasar tiempo con él. Por eso tenía la intención de acurrucarse amorosamente con su hijo esta noche, pero después de escuchar sus palabras, se puso triste porque sabía que tampoco podría pasar tiempo con él esta noche.
Al ver la tristeza en el rostro de su madre, Xiao Tian se levantó de su asiento y se acercó a ella:
—Madre, lo siento. Estoy inundado de trabajo justo ahora. Pero no te preocupes, prometo que pasaré más tiempo contigo si no estoy tan ocupado.
—Está bien —aunque estaba triste por ello, Ye Xueyin no le prohibió a su hijo hacer lo que quería.
—Gracias, madre —Xiao Tian besó la frente de su madre antes de acercarse a su tía—. Tía, te voy a extrañar hasta la muerte, así que déjame besarte también.
