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Aunque Lin Xing Xue le había dado permiso de mover su cintura, Xiao Tian aún no había hecho nada. Solo la miraba con amor mientras acariciaba su cabello suavemente. Xiao Tian no tenía idea de por qué hacía eso. Hace varios segundos quería follarla con desesperación, pero ahora quería ver su cara por unos segundos más como si su lujuria estuviera ahora bajo su control.
Por otro lado, Lin Xing Xue se sorprendió al notar que Xiao Tian todavía no había movido su cintura y solo la miraba con amor. Pensó que después de darle permiso, él inmediatamente movería sus caderas, pero estaba equivocada.
Aunque Lin Xing Xue estaba feliz de que él la tratara con delicadeza, pero en ese momento, quería que él metiera su polla profundamente dentro de ella. Hacía mucho tiempo que no sentía una polla dentro de su coño de nuevo. Por eso su cuerpo empezó a picar cuando él no hacía nada con ella.
