Después de unos segundos, la respiración de Lin Xing Xue volvió a la normalidad, y sin decir nada de antemano, Lin Xing Xue tomó su polla y la metió en su boca otra vez. Su acción repentina lo sorprendió enormemente, pero al ver su sonrisa como si le diera una señal de que solo estaba sorprendido, Lin Xing Xue continuó lo que estaba haciendo.
Aunque sabía que no podía meterle la polla profundamente en la boca, Lin Xing Xue hacía todo lo posible por darle una mamada. Solo esperaba que fuera suficiente para proporcionarle placer.
Aunque Xiao Tian no dijo ni una palabra, Lin Xing Xue entendió que él quería que ella lo hiciera profundamente. Por esta razón, dudaba si debía intentar hacerlo nuevamente o no. Pero al ver lo grande que era su polla, Lin Xing Xue sabía que si intentaba hacerlo profundamente otra vez, se atragantaría como antes.
