—Apúrate —Ye Xueyin luego cerró sus ojos y esperó a que su hijo le besara los labios.
Sin embargo, Xiao Tian, al ver a su madre haciendo pucheros con los labios y esperando su beso, solo sonrió y observó la linda cara de su madre.
Ye Xueyin, que tenía los ojos cerrados, lentamente los abrió porque su hijo aún no le había besado. Y cuando vio a su hijo sonriendo sin hacer nada, le golpeó el pecho y giró su cabeza:
—Tian, esta hermana mayor te odia. ¡Siempre te metes con hermana mayor!
Al ver la linda actitud de su madre, él la atrajo hacia él hasta que cayó en su abrazo:
—Xueyin, eres tan linda. Realmente me gusta cuando te comportas así.
Xiao Tian pellizcó suavemente la nariz de su madre, que inmediatamente fue seguido por una hermosa sonrisa que apareció repentinamente en su cara.
—Xueyin, es un pecado que te comportes así. Puedo escupir sangre solo de ver tu ternura —Xiao Tian colocó la cabeza de su madre en su pecho y la abrazó.
