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Después de limpiar su cuerpo, Xiao Tian se sumergió en la bañera.
—Oh, cierto. Tengo que ir a la subasta esta tarde.
Cuando Xiao Tian estaba a punto de levantarse, la voz de Shi Fei resonó.
—Hermano mayor, ¿estás aquí? —Shi Fei entró al baño desnuda—. ¡Ah, ahí estás!
Al ver a Xiao Tian remojándose en la bañera, ella quiso sentarse entre sus piernas inmediatamente, pero de pronto recordó limpiar su cuerpo primero.
Después de limpiar su cuerpo, Shi Fei se sentó entre las piernas de Xiao Tian y habló:
— Hermano mayor, de verdad que eres increíble. Incluso lograste hacerme desmayar teniendo sexo contigo. Estoy segura de que no todos los hombres pueden hacer lo que tú me hiciste ahora.
—Por supuesto, porque soy un hombre especial —respondió Xiao Tian con orgullo.
—Hermano mayor, mi coño duele mucho —Shi Fei abrió más las piernas y miró su vagina—. De verdad que no me diste tiempo para descansar antes. Ni siquiera paraste de follarme cuando estaba en medio de un orgasmo.
