El sol brillaba intensamente y las nubes grises se movían lentamente.
El viento de verano soplaba los árboles alrededor, y algunas hojas cayeron justo frente a un joven.
El joven yacía en el suelo con el cuerpo cubierto de moretones y sangre. Sus ojos negros estaban llenos de incredulidad ya que le costaba creer lo que estaba sucediendo.
¡Perdió la pelea!
Sí. El joven perdió la pelea contra su oponente en solo cuatro segundos.
Era un experto en artes marciales y había practicado artes marciales durante quince años, pero alguien todavía podía derrotarlo en solo cuatro segundos.
No estaba dispuesto a aceptarlo, pero no importa cuántas veces intentara negar todo, no podía cambiar nada.
Y lo que más le entristecía era que la persona que lo venció era mucho más joven que él. Era como si todo su arduo trabajo esta vez hubiera sido en vano.