Debido a que Xiao Tian necesitaba la ayuda de su abuelo, Yi Wenxin decidió aprovechar la situación.
Su abuelo la quería tanto, y ella tampoco tenía malas intenciones hacia Xiao Tian, por lo que estaba segura de que él no se enojaría con ella.
Xiao Tian se había convertido en uno de sus ídolos porque pudo ser un hombre joven y exitoso en poco tiempo.
Por eso Yi Wenxin no dejaría pasar esta oportunidad. —Quiero que me des tu autógrafo y que pases tiempo conmigo más tarde.
Como antes, sus palabras sorprendieron mucho a Xiao Tian. No solo a Xiao Tian, sino que todos se sorprendieron por sus palabras.
—Jaja. Wenxin, ¿te enamoraste de Xiao Tian a primera vista? —preguntó Qing Yuhan entre risas.
—Xiao Tian es un joven atractivo, así que puedo entender sus sentimientos —agregó Yu Nuan, la esposa de Qing Yuhan.
—Tío, tía, basta. No es lo que piensan —de hecho, Yi Wenxin sabía que se burlarían de ella así, pero igual decidió aprovechar la situación.
