—La cara de Lin Xing Xue floreció en una sonrisa —murmuró para sí misma—. Anteriormente, pensó que hoy sería un día aburrido como siempre.
Sin embargo, eso cambió cuando Xiao Tian de repente la llamó y le pidió una cita. Estaba contenta porque finalmente podría pasar tiempo a solas con él después de varios días.
Pero lo que más la hizo feliz fue que Xiao Tian aceptó ser su novio otra vez. Sí, Lin Xing Xue y Xiao Tian finalmente volvieron a ser pareja.
—Esta vez no te dejaré ir, Tian —pensó con firmeza.
La felicidad irradiaba dentro de ella, y su espíritu volaba alto en el cielo.
—¡Oh! Ellos también están durmiendo —susurró al observar a su alrededor.
Lin Xing Xue luego desvió su mirada de las dos jóvenes parejas a su lado hacia Xiao Tian.
En ese momento, Xiao Tian no tenía idea de que Lin Xing Xue lo estaba mirando con amor. Si lo hubiera sabido, la habría molestado.
—Por favor, cuídame de nuevo, mi pequeña amante —se prometió a sí misma antes de acercarse a él.