No solo se encontraron dos días seguidos, sino que la forma en que se encontraron también fue la misma; tropezarse uno con el otro.
Al principio, Xiao Tian estaba molesto, pero después de descubrir que la persona con la que acababa de tropezarse era la misma dama que conoció ayer, decidió contener su enojo.
Ayer, él fue el culpable, así que no podía enojarse con ella aunque ahora fuera ella quien se hubiera tropezado con él.
—No importa.
En este momento, Xiao Tian todavía no decía nada.
Porque ella quería hacerse responsable, agarró la mano derecha de Xiao Tian y lo arrastró hasta el camarero.
Ella miró a Xiao Tian y preguntó:
—¿Qué jugo habías comprado antes?
—Jugo de uva, jugo de manzana, jugo de aguacate y jugo de arándanos. —Porque ella quería hacerse responsable, Xiao Tian dio una respuesta honesta.
Luego miró al camarero y dijo:
—Por favor, dame esos jugos y añade jugo de fresa para mí.
—Está bien. —El camarero respondió.
