Cuando Shi Fei estaba a punto de ir a la cocina, vio a Xiao Tian cerrando la puerta.
—Hermanito, ¿quieres ir a algún lugar otra vez? —preguntó.
Después de cerrar la puerta, Xiao Tian caminó hacia ella y respondió:
—Sí. Zhao Sheng me invitó a salir.
Como Xiao Tian no podía decir la verdad, decidió mentir.
—¿Cuándo volverás? —preguntó Shi Fei.
—No sé. Parece que volveré tarde más tarde —respondió Xiao Tian, sin tener idea de cuándo volvería y sin poder dar una respuesta definitiva.
—Ya veo —dijo Shi Fei, decidida a no impedirle salir con sus amigos como una buena amante—. Ten cuidado hermanito.
Xiao Tian besó su frente y sonrió:
—Un.
Como sabía que su madre quería verlo lo antes posible, Xiao Tian no perdió el tiempo y fue directo a su departamento.
Para su sorpresa, al entrar a su departamento, también vio a su tía. Pero lo que más le sorprendió fue que su madre estaba sentada en el sofá, desnuda.
