La enorme piedra era tan alta como los hombros de Liu Ning, así que todavía podían ver lo que estaba sucediendo frente a ellos sin mucho esfuerzo.
—Aún son jóvenes —de hecho, Liu Ning había adivinado que los amantes que estaban teniendo sexo cerca de ellos eran jóvenes porque generalmente, solo los jóvenes amaban el sexo al aire libre.
A los jóvenes les encantaba la aventura, por eso muchos de ellos a menudo tenían sexo al aire libre. A diferencia de las personas mayores, generalmente solo tenían sexo en casa. Claro, no todos eran así.
—Aún son jóvenes —Xiao Tian habló en voz baja.
Una joven pareja de unos veintiún años estaba teniendo sexo frente a ellos. La mujer estaba de pie con las manos en la pared del acantilado.
Detrás de ella, un joven pelirrojo agarraba su cintura mientras empujaba su polla en su húmeda vagina repetidamente.
—Ahh... Ah... Ah... —porque la mujer pensaba que estaban solos, no contenía sus gemidos.
