Sus palabras la sorprendieron mucho. Sabía que fue ella quien le pidió limpiar su polla, pero no esperaba que él dijera algo así. —¿Qué?
—Ayúdame a limpiar mi polla. —Xiao Tian repitió sus palabras.
Como Ye Qingyu era su amante y ella había chupado o lamido su polla antes, no se sentía tímido al decir algo así.
En ese momento, Ye Qingyu no encontraba palabras. Ya no sabía qué decirle.
—Madre no puede ayudarme en eso porque su cuerpo está muy débil ahora mismo. —Xiao Tian miró a su madre antes de volver su atención a su tía—. Así que, tú eres la única que puede ayudarme a limpiar mi polla.
Ye Qingyu no tenía idea de por qué su sobrino se volvía más y más pervertido cada día. —Suspiro. Puedes limpiar tu co- kya.
Antes de que pudiera terminar sus palabras, Xiao Tian la cargó al estilo princesa y caminó hacia el baño.
—Suspiro... —Ye Qingyu lo miró durante unos tres segundos antes de suspirar de nuevo.