Cuando Shi Fei estaba a punto de salir de su oficina, de repente recordó algo importante, así que se sentó en el sofá de nuevo. —Hermanito, tengo dos amigas. Se llaman Bi Yu y Fu Jiyi. Recientemente, las despidieron porque golpearon al hijo de su jefe. Los hijos de su jefe querían forzarse con mis amigas. Pero no sabían que mis amigas son maestras de las artes marciales, así que fueron golpeados por ellas. Por esta razón, el jefe de mis amigas estaba furioso y las despidió de la empresa.
Por supuesto, Shi Fei inventó la historia. Lo hizo porque quería que sus subordinados trabajaran en la empresa de Xiao Tian también.
De esa manera, no solo su empresa estaría mucho más segura que antes, sino que también podrían ayudar a Xiao Tian con su trabajo. Era como matar dos pájaros de un tiro.
—¿Maestras de artes marciales? —Xiao Tian no esperaba que Shi Fei tuviera amigas expertas en artes marciales.
