—¡Tú... no puedes! —¿Cómo podría el Viejo Marqués dejar que su nieta corriese tal riesgo?
Eso es correcto. Ella era su nieta, no su sobrina nieta. No lo admitiría.
—¡Acaba de lesionarse. Tenemos que aprovechar su enfermedad y matarlo! —La actitud de Su Xiaoxiao era firme.
El maestro de la medicina de Jin Occidental era un sujeto muy problemático. Aunque el nivel de sus artes marciales no era tan bueno como el de Esclavo Xiu, sus métodos para usar veneno eran de verdad imposibles de prever.
Ella tenía que acabar con él.
—Esa persona... no es un experto ordinario. Es un boticario de Jin Occidental —dijo el Viejo Marqués.
—Lo sé —respondió Su Xiaoxiao.
El Viejo Marqués la miró con sorpresa. —¿Sabes?
Su Xiaoxiao asintió. —Acabo de recibir la noticia.
El Viejo Marqués frunció el ceño. —Entonces, ¿te apresuraste a venir especialmente por esto?
—Sí —asintió Su Xiaoxiao.
El Viejo Marqués suspiró impotente. —Tú... eres demasiado audaz.