En la habitación secreta, Ling Yun tomaba su té con calma.
El supuesto té era en realidad el brebaje de frutas con miel de Su Xiaoxiao. Estaba preparado con agua caliente y sabía ácido y dulce. Uno no tendría problemas para dormir después de beberlo por la noche.
Deng An suspiró. —Joven Maestro, ya te has tomado dos teteras. Si sigues bebiendo, te orinarás en la cama.
Ling Yun le lanzó una mirada fulminante. —Cállate si no sabes hablar.
—Oh. —Deng An cerró la boca.
Sin embargo, apenas cerró los ojos un segundo. Deng An no pudo evitar decir, —Joven Maestro, ¿de verdad está bien dejar ir a esa persona así nomás? Esa persona está muy enferma y sus heridas son muy graves. Si no recibe tratamiento a tiempo, morirá.
Ling Yun dijo con calma, —¿Desde cuándo te has vuelto tan bondadoso?
Deng An dijo, —¿Qué bondadoso? El Joven Maestro fue quien lo trajo. Me preocupa por el Joven Maestro.
A Ling Yun no le molestaba hablar.
