—¡Esto es injusto! —Steve señaló el grabado más grande que la vida de Kiba. La sonrisa y el halo divino hicieron hervir su sangre, causando que llamas emergieran violentamente de él.
—¡Él robó a mi novia e hizo el amor con ella frente a mí! —¡Incluso humilló a mi padre y lo golpeó delante de toda la familia! —¡Como si eso no fuera suficiente, hizo revelaciones que resultaron en un conflicto entre mi mamá y el jefe de la familia! —¿Y ahora se supone que debo estar agradecido por todo esto y adorarlo? —¿Qué clase de lógica es esta?
Steve exigía mientras se lanzaba al aire sin precaución. Llamas surgieron de él y se convirtieron en una espiral de fuego. ¡Entonces disparó contra el grabado de Kiba! Estaba dispuesto a morir solo para borrar esa sonrisa de esa cara de polla engreído. ¡No importaba si solo era un grabado!