—Entonces, ¡te encantará lo que vamos a hacer! —Agatha tomó el mando, y Kiba la dejó. Se puso de pie y se quedó en el suelo, justo al borde de la cama.
Agatha se acostó en la cama, trayendo su rostro justo debajo de la polla y testículos de él, suspendidos en el aire. Ashlyn la siguió, pero en vez de acostarse a un lado, se colocó encima de Agatha, aplastando sus senos.
La simple vista de las dos mujeres hermosas una encima de la otra era demasiado.
Incluso el corazón de Kiba se saltó varios latidos, eso, a pesar de haber participado en múltiples orgías. Porque cada trío u orgía en el que participaba consistía en mujeres por las que no sentía nada.
Hasta ahora…
Ashlyn extendió su lengua y la deslizó a lo largo de su polla. Simultáneamente, Agatha lamía desde la base de sus testículos hasta el comienzo de su eje.
Estaban perfectamente sincronizadas, sus lenguas ágiles acariciaban cada rincón de su polla y testículos. Le enviaban un escalofrío orgásmico tras otro.