—¡Jajaja!
Mientras Kiba reía, la presión que lo aplastaba se coagulaba. Esto significaba que la presión había dejado el reino de la física y ascendido al reino de lo divino.
Muchos de los que estaban postrados podían ver el estado solidificado de la presión, y contuvieron el aliento por el terror.
—¿Cómo puede alguien soportar tal presión sin explotar?!
Las grietas espaciales alrededor de Kiba se expandieron y pronto se unieron, transformándose en una enorme fisura.
Era imposible ver a dónde llevaba la fisura, ya que todo lo que se podía ver era un resplandor que cegaba los ojos. La fisura desprendía una fuerza aterradora y empezaba a succionar todo en las cercanías.
La fuerte presión ya había diezmado todo alrededor de Kiba, pero las piedras y árboles a distancia estaban intactos, y la fisura los arrastraba.