Kiba deslizó la pantalla digital y dejó el escritorio. Rayos de luz blanca surgieron de su cuerpo y comenzaron a envolverlo, palpitan con el poder de la teletransportación.
—Señor, antes de irse, hay algo que debe saber.
—¿Hmm? —Kiba se detuvo evitando teletransportarse.
—El certamen de Miss Delta está a menos de 10 días. Lager Kestone acaba de enviar una invitación oficial, por correo electrónico, para que usted sea juez del certamen.
Los ojos de Kiba se iluminaron.
—Acepta la invitación —dijo, su expresión indiferente—. Como residente de Delta City, es mi deber ayudar a la ciudad a elegir la mejor mujer que pueda representarnos en Miss Mundo.
—Así lo hice, señor —respondió Claudia—. Después de todo, ¿quién puede saber mejor que yo cuánto te interesa ayudar a la ciudad?
Las comisuras de su boca se torcieron y él se teletransportó.
***
Hotel Horizonte Cercano.