```
En la silla principal, Sophia se inclinó más y preguntó —¿También eres del Estado de Avalón?
—No —respondió Zed sin pensar mucho.
Sophia se quedó atónita con su respuesta.
—¡Debo estar imaginándome cosas! —pensó Sophia.
Ha visto a esa mujer solo una vez y realmente no sabía mucho sobre ella. Aun así, estaba segura de que esa mujer y su familia vivían en el Estado de Avalón.
Tal como casi todas las casas nobles...
—¿Por qué preguntas? —preguntó Zed.
—Sin motivo —respondió Sophia—. Solo quería saber si eres de mi estado natal.
—Ah —a Zed no le importó mucho—. Bueno, ciertamente quiero visitar el Estado de Avalón en el futuro. Pero hay demasiadas restricciones para los de fuera, ¿verdad?
—Sí —asintió Sophia.
El estado de Avalón era el centro de poder de la humanidad y todo su perímetro estaba rodeado por una barrera. La Ciudad Santa, la capital del Gobierno Mundial, también se encontraba allí.