Kiba estaba a poco más de una milla de la pared que formaba el límite de La Feria. Corría derecho, perseguido por cientos.
La turba persiguiendo estaba preocupada de que si escapaba, podría desaparecer en el vasto bosque. Así que aumentaron su velocidad para atraparlo.
Muchos con habilidades ofensivas de largo alcance lanzaron ataques contra él, que para su molestia, él evitaba.
Los drones también participaban en la persecución. Disparaban rayos láser y redes para atraparlo.
Kiba estaba bastante tranquilo, para el enfado de sus perseguidores.
—¿Cómo puede alguien estar tan relajado mientras es perseguido?
—¿Ha vencido Ashlyn a Mendel? —se preguntaba Kiba en su corazón.
No estaba preocupado por su seguridad ya que sabía un poco sobre sus sellos.
—El resto de las Estrellas Oscuras debería notar el caos ya. Y luego están los otros...