—Las hermanas a menudo se burlan e irritan, pero su amor y cuidado es algo que ninguna otra relación puede dar —Kiba sonrió con recuerdos apareciendo en su mente como una bobina—. Sí, a veces las hermanas están locas pero esa es la parte realmente divertida. Hay amor involucrado en cada acción.
—¿De qué diablos estás hablando?! ¿Y por qué estás aquí?! —Cleo abrió su móvil.
—Nadie te va a ayudar así que ahorra tus esfuerzos —Kiba apuntó un dedo al móvil. Un rayo de luz dorada se originó desde la punta de su dedo.
BANG~!
—¡TÚ! —Cleo estaba impactado.
—El tema eres tú y no yo —Kiba tomó asiento en una silla—. ¿Por qué lo hiciste?
—¿A qué te refieres?! —Cleo estaba encolerizado por el comportamiento de Kiba.
—¿Por qué quieres matar a Felicity? —Kiba preguntó.
—¡No te atrevas a decir tal cosa! —Cleo tragó saliva—. ¿Cómo puedes acusarme de dañar a mi propia hermana?!