—¡Solo las doncellas ingenuas caerán ante tus palabras! —Eva tomó su vestido del escritorio—. ¡O mujeres hipnotizadas por tu encanto!
—¡No estaba mintiendo! —Kiba pasó una mano por su cuello.
Eva lo dejó continuar mientras se vestía.
—Hay algo que quería preguntar —la expresión de Kiba se volvió solemne—. ¿Sabes algo acerca de la Rueda del Dharma?
—¿Qué? —Eva se sobresaltó.
—Rueda del Dharma —repitió Kiba. Estaba seguro de que ella sabía algo dada su reacción.
—Te escuché la primera vez —la expresión de Eva se normalizó—. Solo me sorprende que te interese dado tus sueños.
—Soy forzado a tener algún interés —Kiba suspiró mientras explicaba brevemente sobre el ataque del Cazador Psíquico.
—La Rueda del Dharma es una organización con requisitos muy estrictos para el ingreso —Eva explicó lo que sabía—. Técnicamente, es similar a las sectas religiosas del pasado. Cualquiera que se una debe respetar la Causa de la Rueda del Dharma.
