—Justo cuando Dracon reconoció a Esperanza, ella agitó su mano, y rayos de luz aparecieron y lo rodearon, de cabeza a pies.
—Chispas crepitantes surgieron cuando el relámpago tocó su cuerpo, pero a diferencia de antes, no lo electrocutaron.
—Dracon se sorprendió gratamente. ¡Esta pequeña se estaba volviendo amable!
—Desafortunadamente, su impresión no duró mucho cuando se dio cuenta de lo que sus poderes estaban haciendo. En lugar de darle una descarga, el relámpago se infundió en sus células, como si su cuerpo fuera una batería. ¡Pero él era un humano y no una batería! ¡Y hasta una batería explotaría si se cargara mucho más allá de su capacidad!
—¡Ella está intentando hacerme explotar! —Dracon miró a Esperanza desde el hueco entre los relámpagos que cubrían su rostro. Ella lo miró a cambio con una mirada centelleante.