Kiba se teletransportó, dejando a Eva en un estado casi de trance. Le tomó unos minutos antes de que pudiera recoger sus pensamientos.
«¡Qué muchacho tan descarado!», pensó Eva con una sonrisa. No le dio mucha importancia a sus palabras, a pesar de que la habían dejado aturdida.
Ella conocía su estilo para llevar mujeres a la cama y estaba muy consciente de cómo le gustaba asegurarse de que las mujeres nunca lo olvidaran.
No era que no tuviera sentimientos por él. Ella había sentido que había algo más que lujuria en su relación con Kiba. Pero no se atrevía a pedir más.
Tenía sus propios sueños, muy distintos a los de Kiba. En el mundo, no había libertad a menos que uno tuviera suficiente poder e influencia. Ella quería ganar suficiente poder e influencia para poder convertirse en la ama de su propio destino.
Su padre había ignorado su existencia en la empresa simplemente por ser mujer, aunque hubiera demostrado gran talento. Muy temprano en la vida, se dio cuenta de que uno no podía obtener lo que quería solo por tener talento. A veces, trabajar duro no era suficiente, y en esos momentos, uno tenía que jugar sucio e injustamente.
En su viaje hasta ahora, había enmascarado su personalidad y sueños con una imagen falsa. La imagen de una mujer amable y tímida que irradiaba bondad. El mundo la creía una mujer conservadora ideal que solo deseaba el bienestar de su familia. Engañó a su familia y a su prometido mientras daba pasos en secreto para ganar poder.
Nunca se sintió culpable por usar tácticas deshonestas porque, en cuanto a ella, toda la sociedad estaba construida de escoria, incluida ella misma.
Había momentos en que estaba cansada de la sociedad que tanto deseaba gobernar. En esos momentos, deseaba dejar la sociedad y pasar el resto de su vida con Kiba en un lugar lejos de la corrupción del mundo. Pero luego recordaba que Kiba no quería sentar cabeza, y lo mismo aplicaba para ella. Sabían lo que cada uno quería de su vida y por eso no querían ser limitados por las cadenas del amor.
«Ese sinvergüenza podría hacer que me enamore de él si continúa con su actitud descarada», pensó Eva mientras el sueño la vencía. En el fondo de su corazón, quería que Kiba se mantuviera fiel a las palabras que había prometido.
Sin que ella lo supiera, Kiba en realidad decía en serio lo que había dicho, aunque él mismo aún no era consciente de ello...
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El Barrio Armonía de la Naturaleza estaba ubicado en la zona este de la Ciudad Delta. El barrio era más bien como un pequeño pueblo. Haciendo honor a su nombre, el área estaba llena de vegetación y libre de contaminación. Las casas en esta comunidad en su mayoría pertenecían a los ricos y poderosos de la Ciudad Delta.
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Había una excepción, sin embargo: Casa Sobre Sueño.
Casa Sobre Sueño ocupaba un área de unos 50,000 pies cuadrados; lo suficientemente amplia como para parecer una mansión, pero era más una villa de alta tecnología. Estaba parcialmente construida sobre una cascada, dándole un atractivo único.
La casa era conocida como una excepción porque, según los rumores, era propiedad de un joven sin un fondo poderoso.
Si se confiara en los cotilleos, el joven solía vivir en un tugurio antes de mudarse aquí.
Algunos rumores dicen que el joven ganó la lotería, mientras que otros dicen que hizo fortuna en un casino. Luego, algunos rumores más extraños afirman que le regalaron esta casa por haber salvado la vida de la hija de un rico empresario. Mientras que unos pocos sostienen que el joven era en realidad un hijo secreto de un poderoso funcionario del gobierno.
Mientras que no todos están de acuerdo sobre el origen del joven, hay dos cosas en las que todos en esta área concuerdan. En primer lugar, que el joven tenía buenos modales y, en segundo lugar, que el joven era enemigo de todos los hombres.
Lo primero se confirmó cuando la gente de la comunidad se enteró de que el joven era estudiante de la Academia Real Corazón. Era de conocimiento común que la mayoría de los estudiantes de la academia eran de todo menos bien educados. Sin embargo, en tal ambiente, el joven no cedió a las tentaciones de las drogas, las prostitutas y el poder.
El joven tampoco era ingenuo, ya que no mostraba ninguna misericordia hacia sus enemigos. Este rasgo solo aumentó su reputación en la comunidad porque ser amable e ingenuo era algo que resultaría en una muerte prematura y explotación.
Las exnovias del joven decían también que él era bueno en la cama. Todas sus rupturas habían sido amistosas, con sus exnovias diciendo que la culpa era suya por no ser lo suficientemente buenas para él.
¡Un chico tan perfecto y sin embargo, ni lujurioso ni arrogante!
Las damas de la zona creían que el joven era el material ideal perfecto para marido. Las mujeres casadas envidiaban a las jóvenes ya que ahora tenían la oportunidad de casarse con un chico tan perfecto.
Los jovencitos, por otro lado, odiaban al joven hasta el tuétano. Sus padres les bombardearían con conferencias diciéndoles cómo deberían aprender del joven. Como si eso no fuera suficiente, el joven era popular entre las estudiantes.
¿Cómo no iban a odiar los jóvenes a semejante persona? ¡Era su enemigo natural!
¡El nombre de este joven perfecto era Zed!
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