Amor Dulce Club
Zed, Jessica y Loren salieron por la puerta trasera. Ahora estaban en una calle vacía, libres de las restricciones de la multitud.
Ya no había caos ni ruido.
—¡Por fin un respiro! —Loren disfrutó de la bocanada de aire fresco.
En el club, había disfrutado del ambiente junto con las bebidas, pero los últimos cinco minutos fueron angustiosos.
—Lo siento —dijo Zed mirando a Jessica y Loren—. Esto fue mi culpa.
—¿Por qué piensas eso? —Jessica no estuvo de acuerdo con su punto de vista—. Nos hiciste pasar un buen rato.
—Sí —Loren estuvo de acuerdo con Jessica—. Había disfrutado del baile y del cuidado que él les había proporcionado.
—Haah~ —Zed soltó un profundo suspiro y se dio la vuelta.
¿Cómo podía decirles que lo que había sucedido antes era un esquema dirigido por el barman?
El barman pensó que podría ser una buena oportunidad para congraciarse con Zed manipulando a la multitud.