La directora Lin Yi no podía tomar decisiones por los padres de ambas partes, y Bai Shanshan y Chu Cimo necesitaban aún más tiempo para llegar.
Sin embargo, era claro que Shen Wanying no quería esperar más, dirigió su mirada directamente a los cuatro pequeños —No sé si aceptan nuestra disculpa. Si no, entonces no hay nada que pueda hacer.
¡Qué granuja!
El rostro de la directora Lin Yi se oscureció aún más.
A su lado, Chu Xiaoqi lloraba aún más injustamente, ella no quería dinero, ni disculpas, ¡ella quería su diente de adelante de vuelta, quería comer manzanas!
En medio del llanto de Chu Xiaoqi, la voz clara de Chu Tianye se hizo oír —¿Solo 20,000 por lastimar a alguien, eso es todo?
Tan pronto como estas palabras salieron, la directora Lin Yi frunció el ceño de nuevo —Pequeño Ye, no hables.
Shen Wanying replicó —Directora Lin, ¿por qué no deja hablar a la familia de la víctima?
Ella sonrió a Chu Tianye —¿Crees que 20,000 es muy poco?