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La tez de la directora Lin Yi estaba un poco pálida, con los dedos aún presionando su abdomen.
Justo cuando salió de la puerta principal, Shen Wanying frunció el ceño y habló —No te sientes bien ahora y necesitas descansar adecuadamente, ¿por qué has salido?
Ella acababa de tomar el pulso a la directora Lin y hacer un diagnóstico, encontrando que el cuerpo de la directora Lin estaba extremadamente débil en ese momento.
Las enfermedades estomacales habían devastado su sistema digestivo, llevando a la desnutrición, mareos y visión borrosa. Shen Wanying acababa de instruirle que no se moviera, ya que esto agravaría su condición.
Al oír estas palabras, la directora Lin Yi dio una sonrisa incómoda.
—¿Podía ella no venir? —El médico Jing les había llamado ayer, y el hecho de que el mayordomo no la despertara fue bastante descortés.
