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—La Reina entró en la habitación y vio a un hombre desaliñado yacía sobre la cama, con la cabeza enterrada en las mantas.
Fue Shen Qianhui quien había abierto la puerta, y de forma instintiva protegió su vientre con ambas manos, observando a la Reina con cautela —La Reina, mi esposo está cambiándose de ropa...— la implicación era que era inconveniente para los visitantes.
—La mirada de la Reina cayó sobre ella, examinándola de arriba a abajo.
—Su mirada era tan opresiva que hizo que Shen Qianhui sintiera una inmensa presión, causándole retroceder.
Justo entonces, una figura esbelta entró repentinamente en la habitación, interviniendo directamente entre la Reina y Shen Qianhui. ¡Era Shen Bijun!
—Los ojos de la Reina pasaron de Shen Qianhui a Shen Bijun.
