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Los coches de atrás comenzaron a moverse, todos retrocediendo, y luego se detuvieron al lado del camino.
Justo cuando Shen Bijun pensó que estaban a punto de irse, uno de los coches dejó de retroceder repentinamente y condujo a través del carril central que había sido despejado por los coches de adelante.
El coche era un Bentley.
El coche pasó directamente delante del Rolls-Royce de La Reina y se detuvo; luego, al bajar la ventanilla, apareció el rostro de Bai Shanshan.—Hermana mayor, la abuela y yo hemos venido para desearte un feliz cumpleaños —dijo ella sonriendo.
Shen Bijun se quedó ligeramente sorprendida.
Un toque de emoción afloró de repente en su corazón.
La matrona Bai se apresuró a salir del coche también y se acercó a La Reina diciendo:
—La Reina, mi esposo no se atrevió a sobrepasar su presencia, así que ha estado esperando tranquilamente detrás de usted para recibir sus órdenes. Sin embargo, nuestras parientas han venido a celebrar el cumpleaños de mi nuera.
