El día del banquete de cumpleaños de Shen Bijun, todos en la villa de los Shen habían estado ocupados desde la mañana.
Al mediodía, hora del banquete, todo ya estaba preparado.
Los platos estaban todos dispuestos en la mesa, pero curiosamente, cuando ya se acercaba la hora, no había aparecido ni un solo invitado esperado.
Los principales invitados del día eran miembros de las cuatro grandes familias, quienes vendrían a esta hora para mostrar su respeto a los Shen, por lo que Shen Yuansong y Shen Bijun esperaban personalmente en la entrada para recibirlos.
A medida que pasaba el tiempo y aún nadie llegaba, Shen Yuansong frunció el ceño y miró hacia el tío Liu.
—El tío Liu inmediatamente envió a alguien a chequear.
