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Tras recibir la fotografía entregada por el mayordomo, la noble dama primero echó un vistazo a Shen Qianhui.
Aunque estaba cerca de los cincuenta años, tenía un porte gentil y parecía suave y delicada.
La noble dama se burló:
— Su hija sí que tiene un aspecto distintivo, del tipo que le gusta a ese bastardo. Pero qué pena, ha envejecido y perdido su encanto, y escuché que se casó con una celebridad de la lista D.
El mayordomo asintió inmediatamente:
— ¿Necesita que también le traiga la información de ese actorcillo?
—No hace falta.
Ella dejó a un lado la fotografía de Shen Qianhui y luego dirigió su atención hacia la de Shen Bijun. A primera vista, también le pareció muy familiar, una sensación de parentesco se apoderó de ella.
Tras observar por un rato, el mayordomo de repente intervino:
— Señora, ¡se parece un poco a usted cuando era joven!
—¿Ah sí?
