Al escuchar esto, Ford también le hizo oler a Becky. Bai Qingqing, quien no soportaba ver esta escena, miró hacia la distancia. Y vio que en otros lugares, otras hembras también olían el Flos Eriocauli. Bai Qingqing: "…"
Justo cuando estaba a punto de apartar la mirada, la figura de una serpiente entró en su visión.
—¿Curtis?
La serpiente era muy rápida y, en un parpadeo, apareció frente a Bai Qingqing y transformó su parte superior del cuerpo en su forma humana.
—¿Esos hombres bestia escorpión todavía te están molestando? —Curtis preguntó frunciendo el ceño. Supo de inmediato lo que sucedía cuando vio que la vigilancia en la aldea de los tigres era más estricta que lo habitual.
Bai Qingqing miró a Curtis con una mirada de desamparo.
—Los mataré —La intención asesina en la voz de Curtis era inconfundible.
