—¿Por qué drogaste a You Xue? —preguntó confundida Huanhuan.
—Huelo a Xue Ling en ella. Debe haberlo visto antes —dijo Bai Di.
Huanhuan se quedó helada.
—Yo también lo huelo —también dijo Shuang Yun.
Huanhuan reaccionó. —Así que lo hiciste a propósito ahora...
—Bajamos deliberadamente la guardia para que pensara que no sospechábamos. De esa manera, es más fácil noquearla cuando no está prestando atención —admitió sin rodeos Bai Di.
Huanhuan seguía muy confundida. —Si sospechas que algo anda mal con ella, ¿por qué no la atacaste directamente? De todos modos, está sola. Somos tres. No debería ser difícil someterla.
—Ella es muy fuerte. Puede que no seamos rival para ella.
Huanhuan no lo podía creer. —¿Es tan poderosa?
Parecía una princesa.
—No puedo descifrarla. Es mejor evitar un enfrentamiento directo con ella. Eso minimizará el peligro.
Resultó que Bai Di tenía razón. Fácilmente drogó a You Xue y ella cayó en coma. No se despertaría pronto.
