Era la primera vez que el dragón rojo se sentía amenazado.
La intención de matar se elevó en su corazón, pero la suprimió por la seguridad de su hermana.
—¿Quién es tu familiar?
—Una bestia macho de rojo —dijo Bai Di, dándole a You Xue una mirada significativa—. Tu hermana debe haberlo visto antes.
You Xue inmediatamente gritó:
—¡Nunca lo he visto!
—Tienes su aroma. Es imposible que no lo hayas visto.
Bai Di lo dijo tan firmemente que You Xue no pudo discutir por un momento.
—¿Y qué si lo he visto? —rebató obstinadamente—. Quería atacarme, así que le di una dura lección.
Huanhuan preguntó rápidamente:
—¿Dónde está él?
You Xue bufó y deliberadamente no respondió.
Las garras de Shuang Yun estaban cerca de su cara.
—Si no me dices la verdad, te rayaré la cara.
A You Xue lo que más le importaba era su rostro. Cuando escuchó que la otra parte iba a dibujar en su rostro, estalló de inmediato.