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El volumen de la conversación entre Xue Ling y Shuang Yun no era ni alto ni bajo.
Los dragones blindados escucharon su conversación. El hombre al frente caminó hacia afuera. Tenía escamas plateadas grisáceas. Sus rasgos faciales eran rudos y tridimensionales. Sus pies eran muy grandes y sus pasos pesados.
—¿Quiénes son ustedes?
Huanhuan asomó su cabeza de los brazos de Bai Di y dijo claramente:
—Somos bestias del continente de las bestias. Estamos aquí para buscar a un dragón negro llamado Yun Hui.
La respuesta del hombre fue muy fría:
—Nunca hemos visto a un dragón negro, ni sabemos de alguien llamado Yun Hui.
—Yun Hui es nuestro amigo. Fue secuestrado por una mala mujer y traído al continente secreto del dragón. Estamos aquí para salvarlo.
Huanhuan tenía una cara pequeña y su voz era infantil. Era completamente no invasiva, y la otra parte involuntariamente suavizó su hostilidad.
