Los cristales de energía eran muy raros y preciados en el continente del amanecer. Sin embargo, muchas cosas fabricadas por los enanos requerían cristales de energía.
Mark tuvo que pausar muchas invenciones porque no podía conseguir cristales de energía.
La sugerencia de Huanhuan era sin duda muy tentadora para él.
Pero Mark dijo con cautela que esperaría a ver.
Al menos, tendría que esperar hasta terminar de hacer el cañón en el que estaba trabajando antes de considerar la producción en masa.
Se estaba haciendo tarde, así que Huanhuan se preparó para regresar a su habitación a descansar.
Mark de repente la detuvo. —Cuando vayas a dormir por la noche, será mejor que cierres las puertas y ventanas, no sea que alguien entre y te asuste.
Al escuchar sus palabras, Huanhuan no pudo evitar sentir un poco de miedo. —¿Hay ladrones aquí por la noche?
—No habrá ladrones, pero Murphy podría volver por ti.
Huanhuan estaba confundida. —¿No se ha ido ya? No volverá, ¿verdad?
