Solo faltan cinco minutos para el parto.
Sally gritó de dolor, ¡y su vientre estaba inusualmente grande!
—Aquellos tres están peleando afuera, yo te ayudaré a dar a luz —dijo Linai mientras se ponía un conjunto de batas quirúrgicas verdes, una mascarilla y finalmente guantes estériles.
Sally lo miró en shock —Tú... ¿cómo es que estás tan familiarizado con esto?
—Lo he visto —respondió Linai.
Los tres de afuera ya habían detenido su pelea.
—¿Quién es esa persona? —preguntó Zhu Sanlang con ansiedad.
—¿Yanyan conoce a Linai? —preguntó You Hao mirando a Qing Linghuan sorprendido.
—¡Salgan! ¡A ver si no los aplasto! —gritó Qing Linghuan mientras miraba fijamente la barrera con una cara muy desagradable.
—Hehe, la sensación de ser engañado no es buena, ¿verdad? —estalló en risas You Hao.
—Salgan, quiero que Sanlang ayude con el parto, él es mi bestia marido partero designado —insistió Sally, que estaba en tanto dolor que apenas podía concentrarse.