—Dong dong dong— La puerta de la Residencia del Señor Divino fue golpeada.
El Tío Xiang estaba curioso, un toque tan educado era en verdad raro. La última vez fue cuando Xiao Yan estaba aquí; cada vez que salía y regresaba, si la puerta estaba cerrada, ella tocaba.
Pero eso no debería ser el caso ahora, ya que la mayoría del Clan Divino sin Estado Divino se había ido al Reino Inmortal del Este. El Reino Divino se había vuelto mucho más vacío.
La puerta se abrió, revelando a una niña regordeta con cabello rizado dorado y ojos redondos verdes, sosteniendo un pequeño ratón blanco barrigón con ojos negros, parado afuera.
El talento y la constitución de la Pequeña Miqi eran especiales, así que no había lugar al que no pudiera ir. Y Sally era de Rango Dios, aunque sin Estado Divino, pero permanecer en el Reino Divino aún no era un problema para ella.
Ella vino a ver a los niños y también porque Qing Linghuan no había enviado más mensajes, lo que la tenía preocupada.
