Welly estaba parado fuera de la puerta con un trozo de carne en la mano. Al escuchar las palabras de Sally, la comisura de sus labios se torció ligeramente. Al final, entró a la tienda fingiendo que nada había pasado.
—Moru, guarda el libro —después de decir eso, sin siquiera mirar a Sally, se dirigió directamente al patio trasero.
Viendo que no la saludó, Sally tampoco se molestó con él. Le dio una palmadita en la cabeza al Pequeño Fengning, —Ve a buscar a tu papá, mamá se va al Reino Divino.
Al oír hablar del Reino Divino, el Pequeño Fengning se emocionó de inmediato, —Yo también quiero ir al Reino Divino.
—¡Su Yunxiao! —la voz de Welly llegó desde el patio trasero, sonando bastante normal.
El Pequeño Fengning frunció el ceño. Cuando su papá lo llamaba seriamente por su nombre, significaba que estaba de mal humor; mejor obedecer.
