En el Reino Divino, Montaña Qilin.
El lugar de residencia del Clan Qilin, Bestias Divinas Afortunadas desde el principio de los tiempos.
Aquí, las terrazas escalonadas brillaban como tesoros, el sol y la luna resplandecían intensamente, y abundante Qi Divino se licuaba en una fuente divina, donde nubes y tesoros se condensaban. El agua de la fuente nutría las montañas y miríadas de flores exóticas y maderas raras, mientras aves divinas y bestias auspiciosas podían verse por todas partes.
A lo lejos, los palacios ocultos en la tenue niebla divina parecían magníficos y resplandecientes, emitiendo radiación auspiciosa en todas direcciones.
Pequeño Shier yacía al borde de la fuente divina, sintiéndose algo abatido.
La novedad de su llegada se había desvanecido, y ahora anhelaba volver a casa en cada momento, para estar con su padre y su madre, así como con sus muchos hermanos y hermanas... y había preparado tantos regalos para ellos, deseando presentar cada uno.
