Meng Yunde se burló —¿Realmente crees que esta competición la dirige tu familia? ¿Solo porque no me permites ganar el trofeo de oro, significa que no lo conseguiré? ¿Crees que tienes la última palabra? ¡Qué broma! Hahaha...
Chen Xuan respondió con una sonrisa tenue —Tienes razón, quién obtiene la medalla de oro realmente no depende de mí decidir, ¡pero tampoco depende de ti!
—¡Por supuesto! Naturalmente, depende del Liang Junjie y los otros jueces decidir —Meng Yunde se vanaglorió orgulloso.
Chen Xuan sacudió la cabeza —Si fueran imparciales, entonces ciertamente dependería de ellos. Tristemente, ahora están abusando de su poder para beneficio personal y resolviendo venganzas personales, ¡así que tampoco depende de ellos!
Meng Yunde frunció el ceño —Chen, ¿qué quieres decir con eso?
Chen Xuan no respondió pero miró alrededor hacia el público.