—Al ver a Sun Lulu en un estado tan alterado y exasperado, Han Jingting también estaba muy disgustada —dijo Han Jingting—. Esta Sun Lulu había sido famosa por menos de medio año y aun así exigía una escena tan extravagante.
—¡Si su tarifa de patrocinio se duplicara como Sun Lulu había sugerido, esa cantidad superaría incluso el precio de aquellas celebridades que habían sido populares durante muchos años! Esto claramente no coincidía con la influencia actual de Sun Lulu! —exclamó Han Jingting—. Simplemente había dicho la verdad anteriormente, pero no esperaba que Sun Lulu se mostrara tan insatisfecha.
—«Qué empresa tan mala, me quieren para un patrocinio pero no tienen el dinero, ¿están enfermos?» «¡Yo no lo voy a grabar! ¡Que lo grabe el que quiera hacerlo!» —exclamó Sun Lulu antes de prepararse para marcharse a toda prisa.
