ACTUALIDAD,TRANSILVANIAEn las profundidades de los Cárpatos rumanos, un grupo de historiadores se adentraba en una expedición que prometía revelar un misterio milenario. Guíados por antiguos relatos y leyendas locales, los investigadores buscaban la tumba del afamado Conde Drácula, un vampiro cuya historia había fascinado y aterrorizado a Transilvania durante siglos. La búsqueda estaba siendo ardua. Los historiadores debían atravesar densos bosques, escalar escarpadas montañas y descender a oscuras cuevas, siempre con la amenaza de la naturaleza salvaje y la superstición de los aldeanos que habitaban la región. Tras meses de infatigable búsqueda, un descubrimiento inesperado los aguardaba en una cueva remota. Al fondo de la caverna, entre estalagmitas y estalagnatos que brillaban a la luz de sus linternas, encontraron una entrada sellada con piedras y símbolos arcanos. La emoción recorrió al grupo al comprender que habían encontrado la tumba tras más de un año de búsquedas por toda la región. Con manos temblorosas y corazones palpitantes, procedieron a abrir la entrada, revelando una cámara funeraria adornada con frescos que representaban escenas perturbadoras de la vida del vampiro. En el centro de la cámara, sobre un pedestal de piedra, descansaba un ataúd de madera tallada con exquisitos detalles. La tapa del ataúd estaba sellada con un candado de hierro forjado, que parecía desafiar el paso del tiempo. La Dra. Doyle, con experiencia en arqueología, logró abrirlo con cuidado, revelando un interior tapizado de terciopelo rojo y un cuerpo inmóvil dentro. Un cuerpo pálido y demacrado, yacía dormido en un sueño eterno. Sus colmillos afilados sobresalían de sus labios, y sus ojos, cerrados bajo párpados pesados, parecían albergar secretos inimaginables.El grupo, atónitos por el descubrimiento, se miraron con una mezcla de asombro y temor. Habían encontrado al vampiro de Transilvania, un ser legendario que había cobrado vida en sus manos. Con cautela, documentaron el hallazgo y tomaron muestras del cuerpo para su posterior análisis. La noticia del descubrimiento se propagó rápidamente por todo el mundo, despertando el interés de la comunidad científica y la fascinación del público en general.LONDRESLas luces de la ciudad parpadeaban como estrellas fugaces en la noche londinense. En el corazón del Museo Británico, una nueva exhibición estaba a punto de abrir sus puertas, atrayendo a una multitud ansiosa por presenciar un misterio milenario.En una cámara oscura, cuidadosamente custodiada por un cristal blindado, se encontraba un ataúd de madera tallada con símbolos arcanos. La placa dorada en la tapa rezaba un nombre que resonaría a través del tiempo: Conde Drácula.Y justo delante del cristal,un encapuchado miraba con atención la nueva adquisión del museo. A sus ojos resultaba fascinante el hecho de estar parado ante la supuesta leyenda y el supuesto ser. La curiosidad era tanta que su mano comenzó a estirarse con la intención de tocar el cristal, pero un ensordecedor pitido atravesó su oído."Ashanti, ¿qué estás haciendo?" - le susurró una voz por el pinganillo.Era su secuaz, vigilando desde las cámaras de seguridad.-"Se supone que debes buscar las reliquias mayas, no jugar con cosas que no entiendes."Ashanti, despectiva, ignoró la advertencia.Ashanti: No te preocupes, solo estoy echando un vistazo - respondió con tono burlón - Esto no me llevará más de un minuto.Con un movimiento rápido, su dedo tocó el cristal del ataúd.En ese instante, una vibración recorrió el museo, como un terremoto en miniatura. Las alarmas saltaron y las luces de emergencia se encendieron, inundando la sala de una luz cegadora.Ashanti se tambaleó hacia atrás, aturdida.El ataúd comenzó a temblar, y la tapa se abrió lentamente, revelando una figura pálida y demacrada, vestida con ropas antiguas.Los ojos del vampiro se abrieron, brillando con un rojo intenso.Miró a Ashanti con una mirada penetrante, y un gruñido gutural escapó de sus labios.Ashanti, horrorizada, retrocedió tropezando.Ashanti: ¡No puedo creerlo! - exclamó en voz baja.¡Shanti sal de ahí! - la voz del pinganillo resonó pero la advertencia llegó demasiado tarde.El vampiro saltó del ataúd con una velocidad sobrehumana.Se abalanzó sobre Ashanti, sus garras extendidas y sus colmillos afilados listos para atacar.En ese momento, un equipo de seguridad del museo irrumpió en la sala, armados con pistolas y tasers.Dispararon al vampiro, pero las balas rebotaron en su piel como si fueran de goma. El vampiro rugió de ira y se lanzó contra los guardias, derribándolos con facilidad.Ashanti, aprovechando la confusión, se escurrió entre las piernas de los guardias y huyó de la sala, dejando atrás el caos que había provocado.Pronto el sonido de las sirenas de los coches de policía resonaron por todo el lugar,rodeando el museo.Nunca haces caso a mis advertencias - le recriminó un hombre que rondaba los treinta apareciendo a un lado de ella.En medio del caos desatado por el despertar del vampiro en el Museo Británico, Ashanti y su secuaz se abrían paso entre la multitud de guardias.Ashanti: Newton,acabo de despertar a un vampiro,no me sermonees ahora.Newton:Ashanti: ¡Maldita sea, Ashanti! ¿Qué demonios has hecho? ¡No solo no hemos conseguido las reliquias mayas, sino que hemos despertado a un vampiro - hablaba en voz baja tratando de mantener los nervios a raya.Ashanti: ¡Cálmate hombre! Todo está bajo control. He conseguido lo que vine a buscar - la sonrisa burlona comenzaba a asomar sobre los rosados labios de la joven.Newton: ¿Cómo? ¿Dónde están las reliquias? Ver al hombre haciendo sus expresiones incredulas era una de las cosas que la chica había comenzado a disfrutar desde que comenzaron en esto.Ashanti:Aquí mismo, tonto - le señaló la bolsa que cargaba - te habrías dado cuenta de que me hice con ellas antes de toparme con el altar vampiresco.Nunca creí que tuvieran eso ahí. Newton:¡No puedo creerlo! ¡Lo has logrado! Pero... ¿cómo lo has hecho con todo este alboroto?Ashanti: Digamos que tengo mis trucos - le guiñó el ojoMientras celebraban su victoria, ignorando el caos que los rodeaba, una figura pálida y demacrada se les acercó sigilosamente.Era Nicolae, el vampiro que Ashanti había despertado. Sus ojos rojos brillaban con curiosidad mientras observaba a la pareja de "ladrones".Nicolae: ¿Quiénes son ustedes? - preguntó con voz profunda y ronca, las palabras parecían salir a duras penas por el hecho de no haber hecho uso de su voz durante muchísimo tiempo, pero supo ocultarlo de los extraños que tenía enfrente.Ashanti y Newton se congelaron al escuchar la voz del vampiro.Newton: Somos solo visitantes, como todos - la inquietud en su voz era notable y para alguien que había vivido durante tanto tiempo, era evidente el miedo en la voz del tipo, emanaba terror por todos los poros de su piel y eso al vampiro le asqueaba.Nicolae: No mientas. Puedo sentir tu miedo. Y sé que me han despertado.Ashanti: No fue nuestra intención. Solo estábamos...Nicolae: No me importa qué intenciones tenían. Lo que me importa es saber cómo me han despertado después de tantos siglos.Ashanti y Newton se miraron, sin saber qué responder.Nicolae: Cuéntenme la verdad. Y tal vez les perdone la vida.La chica aun sintiéndose inferior, se acercó un poco más con cierta seguridad en los ojos.Ashanti: Oye, tampoco nos amenaces. En lugar de eso deberías estar agradecido porque sin nuestra ayuda, pronto habrías sido una simple atracción turística.Nicolae: Atracción turis...¿ acaso estás loca? cuida tus palabras mortal.Ashanti: Y tu cuida las tuyas Matusalén, a mí nadie me amenaza por muy vampiro que sea ¿¡Esta claro!?Newton que miraba todo desde su lugar seguro, trató de tomar a la chica del brazo para así evitar un posible ataque por parte de la criatura sobrenatural.pero antes de que la cosa pasara a más, el claxon de un coche llamó la atención de los tres.-Suban ahora, no tenemos tiempo para esto.- La persona que había aparecido, era la Dr.Doyle. Las sirenas de la policía se escuchaban muy cerca de donde estaban.Nicolae: No iré a ningún lado hasta que ella me da las respuestas que busco. No sé por qué he despertado después de tantos siglos. Solo sé que ella lo ha provocado, porque no tenia que ser ahora. Ni aquí.Dra. Doyle: Tranquilo. Yo sé dónde puedes encontrar las respuestas que buscas. Pero antes debes venir con nosotros.Ashanti, aprovechando la oportunidad, se subió al coche de la Dra. Doyle.Y el vampiro,atraido por la intriga y la necesidad de respuestas, copió su acción quedando los dos en los asientos traseros. Pero algo llamó su atención de manera repentina.Nicolae: ¿ Dónde está el otro tipo? - preguntó pensando en Newton.Ashanti: ¿Cuál tipo?