No estoy segura porque pero desperté a la media noche, aunque debe ser porque es la primera vez que duermo tan cómoda y sin lagrimas o sangre en mis orejas.
Alzo la mirada mientras me levanto de la cama que habían hecho los chicos provisionalmente pero ya no veía al señor musculoso acostado junto a Neo, solamente estaba la Elfo abrazándolo de cucharita.
-¿No tienes sueño niña?
Una voz grave llama mi atención cerca de mi, al voltear la mirada note que el hombre musculoso esta recargado en un árbol mientras me observa atentamente y me ofrece acercarme a el
Es amigo de Neo y casi le abro el estomago la ultima vez así que seria algo grosero de mi parte no acercarme
-Bueno... la verdad es que normalmente no duermo bien, debe ser un habito de mi cuerpo.
-Eres mucho mas respetuosa que la ultima vez, ¿quieres que te cuente una historia para calmar tu mente?
Asiento con la cabeza algo emocionada y me siento frente al señor musculitos con las piernas cruzadas escuchándolo atentamente sin hacer un solo ruido
-Que obediente niña, escucha atentamente que esta historia paso hace muuuuchooo tiempo.
-¡¿Enserio?!
-No, fue hace como unos 10 años mas o menos. Yo trabajaba en un pueblo cerca del Reino Central, no era nada muy importante solamente tenia que encargarme de talar arboles, hacer encargos y preparar las trampas para que ningún animal se acercara al ganado. Nací fuerte así que no era nada complicado pero un día en una temporada de caza de goblins como hoy me avisaron que una de las trampas había sido destruida y que los goblins atacaron el ganado y a nuestras mujeres del pueblo.
-¿Ohhh y que hiciste?
-Bueno a pesar de mi fuerza no fui de mucha ayuda. Un orco llego junto a los goblins destruyendo todo a su paso e incluso intente detenerlo y darle tiempo a los habitantes para escapar pero no fui lo suficientemente fuerte, cuando logro darme un golpe me mando a volar y se empezó a acercar a una familia que estaba cerca de ahi. Mis músculos no respondían por mas que intentaba pero fue en vano, en ese momento de la nada una flecha atravesó el cráneo del orco y ahí fue cuando conocí a Neo, el ayudo al pueblo del ataque y cuando el orco cayo todos los goblins huyeron rápidamente con sus feos culos entre las patas. Ese día decidí acompañar a Neo en sus viajes, admiro su fuerza y su habilidad pero antes de todo eso le estoy profundamente agradecido.
Musculitos parece que va a llorar, ¿debería abrazarlo?
-Niña ese Neo es una buena persona, pero a pesar de sonar muy perfecto desde mi punto de vista sigue siendo alguien estúpido por dentro así que no le pidas demasiado ¿esta bien?
-...Esta bien, gracias por la historia señor musculitos
-¿Musculitos? lo tomare como un alago señorita, ahora ve a dormir que mañana tendremos que viajar mucho y ni creas que te voy a cargar si te cansas
Una sonrisa sale de su rostro y aunque da algo de miedo normalmente es amable, también puedo confiar en el.
-Gracias musculitos y perdón por lo de tu abdomen otra vez
-No es nada, yo fui quien te lo pidió de todas formas
Me despido del señor Batos y me dirijo a donde están la señorita Elfo y Neo durmiendo, me acurruco dé nuevo en los brazos de Neo y lo miro un rato mientras duerme.
-Buenas noches pap.... Neo.
Hace mucho no me sentía tan cómoda con alguien, ahora que lo pienso ¿Cómo estará Dorothy? la extraño.