22 de octubre de 1901 - Mis superiores ya lo saben, los oficiales ya han sido desplegados y están por todo Londres, para evitar cualquier sospecha están encubiertos. Nunca había visto tanta organización por parte del gobierno. ¿En qué me he metido? Solo me sigo diciendo a mí mismo, pronto todo esto terminará. Esas palabras son como mi medicina, me curan. Muchos me dirían que debería ir a un médico, pero solo iría para que me dijeran que estoy loco. Es mejor que me mantenga alejado después de esto. Debería comprar una casa en el campo y alejarme de todo. Necesito liberarme, respirar aire fresco. Cuando esto termine, tomaré un caballo y me iré lejos. A algún lugar donde nadie pueda molestarme más.
15 de noviembre de 1901 - Finalmente, finalmente. Capturamos al que podría ser nuestro asesino. Durante el interrogatorio, mostró signos de locura. No negó ninguno de los asesinatos, pero tengo mis dudas, creo que a la élite no le importa eso. El tipo es más bajo. No estoy seguro si ya lo mencioné, pero el hombre con el sombrero de copa era alto. Creo que solo el sombrero lo hacía parecer más alto.
16 de noviembre de 1901 - Me informaron que mañana será ejecutado. Me habría gustado saber su verdadero nombre, ya que lo cambiaba cada vez que se lo preguntaba. Me pregunto si él es realmente el asesino o solo un loco más. Solía jugar con un sombrero de copa. Era aterrador y su mirada también lo era. Algo me dice que no está bien de la cabeza. Pero sus ojos no me daban la misma sensación. Esta vez era solo incomodidad, a diferencia de la anterior que era increíblemente penetrante. Bueno, espero que esto sea el punto final. A estas alturas, solo quiero liberarme de las cadenas que me atan. Cadenas ruidosas que me mantienen despierto por la noche. Cadenas que me impiden alcanzar la tranquilidad y libertad que busco.
17 de noviembre de 1901 - Hoy fue ejecutado frente a una audiencia. Se le adjudicaron todos los crímenes y un intento de asesinato. Recuerdo lo que me dijo antes de la ejecución. "¿No puedes verlo? Te está mirando". Pregunté quién. "El hombre del sombrero" me respondió. Me estremecí. ¿Cómo lo sabía? No pude preguntar más porque inmediatamente se lo llevaron. Antes de ser ejecutado, miró hacia adelante, levantó sus manos atadas, sonrió y gritó: ¿No lo ves, no lo ves, ahí está, ahí está? Después de eso, digamos que no perdió su sonrisa incluso en esa situación, intentaré dormir. Me pidieron que no le diera vueltas. Que solo estaba loco, pero la sensación de escuchar eso fue. Era como si mi alma quisiera desprenderse de mi cuerpo. El hecho de que esté muerto no ha hecho que la sensación de que me están observando desaparezca, todavía está ahí. Mañana haré las maletas y me largaré de aquí. Ha sido un año horrible, espero que el campo me ayude a despejar la mente.
13 de diciembre de 1901 - Estoy en una zona remota de Birmingham. Prefiero mantenerme alejado de los problemas. Ayer fue un día extraño. Vi una silueta a lo lejos entre los pastizales. Decidí no prestarle atención y continuar con lo que estaba haciendo. Hoy recibí dos cartas, una de un centro psiquiátrico y otra de un desconocido. Me pregunto qué contienen. La primera carta aclaraba que el joven que fue ejecutado el 17 de noviembre se llamaba James y que estaba en rehabilitación. Tenía la manía de adjudicarse crímenes que no había cometido. La segunda es una historia diferente. No creo que nadie pudiera volver a la normalidad después de ver lo que encontré. Dos fotos, una de mi esposa mutilada y otra de mi hija empalada. La foto de mi esposa estaba numerada como uno, y la de mi hija como número dos, y la nota que las acompañaba no ayudaba.
Cuenta bien, no fueron cuatro,
seis es el número que buscas…
¿Me extrañaste?
Ahora me toca desaparecer, el hombre con el sombrero de copa me está esperando.